El actual comandante de las Fuerzas Militares (FFMM), Gral. Luis Gonzaga Garcete, aceptó el cobro irrisorio de poco más de G. 183 millones en concepto de indemnización por obras inconclusas de la Escuela de Infantería, ocasionando a las arcas un gran daño de casi G. 1.000 millones.
En el 2011, las Fuerzas Armadas firmaron un contrato con la empresa Marraing para la ejecución de obras en la Escuela de Infantería, ubicada en Vista Alegre, Chaco’i, por un valor total de G. 3.523.197.006, que, sin embargo, no llegaron a concluirse.
La firma, luego de recibir el pago anticipado por parte de las autoridades militares, abandonó los trabajos. No obstante, años después, el actual comandante de las FFMM, Luis Gonzaga Garcete, comandante del Ejército en ese entonces, aceptó, según consta en planillas y en documentaciones a las que accedió ÚH, el pago de indemnización por una suma irrisoria. Otros altos jefes castrenses también tuvieron participación.
De acuerdo con los documentos, el monto inicial del contrato suscripto en fecha 9 de mayo de 2011 fue de G. 3.289.900.000. El 14 de diciembre de ese mismo año se acordó una ampliación de G. 233.297.006.
Tenemos entonces que el monto total del contrato ascendió a la suma de G. 3.523.197.006.
La empresa contratista recibió un anticipo de G. 1.315.960.000, por el 40% del monto inicial del contrato.
Posteriormente, recibió tres pagos más, equivalentes al 60% del monto total del contrato. Estos pagos fueron aprobados por los responsables de la fiscalización de la obra.
Finalmente, la firma recibió otros dos pagos por más de G. 800 millones, que no fueron certificados por la Comisión de Fiscalización. Según consta en los documentos, estos dos últimos pagos realizados –sin certificación de obras– fueron justificados por el coronel Armando De La Huerta, en su declaración testifical, en fecha 23 de febrero de 2015, al mencionar que los desembolsos se produjeron ya que se llegaba a la segunda quincena del mes de noviembre de 2011, y de acuerdo al plan financiero vigente en ese entonces, se corría el riesgo de no poder ejecutar el saldo pendiente.
El pago solo se produjo mediante un acuerdo entre el comandante en ese entonces, Adalberto Garcete, y representantes de la empresa, mediando una póliza de seguros en concepto de garantías para la culminación de las obras, y se procedió a efectuar el desembolso de aproximadamente G. 550 millones a favor de la adjudicataria y, posteriormente, en el mes de diciembre de 2011, se realiza el mismo procedimiento de pago por una adenda de ampliación de contrato por aproximadamente G. 230 millones.
Es decir, hubo irregularidades en el proceso de ejecución en el sentido de que el valor del contrato fue pagado en su totalidad, sin que la firma adjudicataria haya terminado los trabajos.
De acuerdo con documentos, el Comando del Ejército abonó a la contratista de forma irregular –sin certificación de obras– G. 798.717.258.
La empresa, a la fecha de la firma del contrato, hizo entrega de una póliza por garantía de anticipo y otra por garantía de adjudicación. La de anticipo, cuya suma asegurada fue de G. 1.315.960.000, o sea el 100% del monto anticipado, tuvo una vigencia de 60 días, que venció el 8 de julio de 2011, siendo que debía haberse renovado hasta que la contratista devolviera a través de las certificaciones todo el monto anticipado.
El monto indemnizado al Comando del Ejército y aceptado por el comandante Luis Gonzaga Garcete, en el 2014, de parte de la Aseguradora Paraguaya SA, fue de apenas G. 183.953.919.