Así lo indica un comunicado conjunto difundido por el Gobierno de Panamá tras un encuentro este martes entre el presidente del país, Juan Carlos Varela, y su par colombiano, Juan Manuel Santos, celebrado en la provincia panameña de Darién, fronteriza con Colombia.
Miles de migrantes caribeños y africanos en tránsito hacia EE.UU. llegan en riadas desde hace meses a Colombia, Panamá y Costa Rica, donde se quedan varados debido a que Nicaragua cerró su frontera hace casi un año alegando amenazas a su seguridad nacional.
Los Gobiernos de la región han dicho que están conscientes de que redes de tráfico de personas facilitan la llegada de esos migrantes irregulares, entre los que están miles de cubanos que intentan tocar tierra estadounidense para aprovechar ventajas migratorias con las que cuentan desde la década de 1960.
Además, en los últimos meses miles de haitianos han llegado al istmo centroamericano procedentes de Brasil, de donde están saliendo debido la crisis en ese país, para dirigirse a EE.UU.
El viaje de los migrantes incluye el paso por otros países del continente como Brasil, Ecuador y Guyana, de acuerdo a los testimonios de estas personas.
En ese contexto, los Gobiernos de Varela y Santos acordaron este martes “impulsar la creación de un fondo de contribuciones voluntarias a nivel regional para disminuir estos fenómenos migratorios”, indicó el comunicado panameño sin más precisiones.
Ya a inicios de este mes, Varela y el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, acordaron en una cita celebrada en una zona de la frontera común “impulsar la creación de un fondo de contribuciones voluntarias a nivel regional para apoyar a los países en el desarrollo de las acciones humanitarias para dar atención a estos flujos”.
Los presidentes de Panamá y Colombia además consensuaron este martes “propiciar la armonización de la normatividad migratoria de la región en la búsqueda de una legislación más eficaz, que permita controlar los fenómenos migratorios irregulares y la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes”.
También convinieron en “hacer un llamado a posibles países de destino con el objetivo de encontrar una solución definitiva frente a la situación migratoria extraordinaria de tránsito masivo por nuestra región”.
Ambos Gobiernos acordaron “continuar las acciones de control de los flujos migratorios irregulares, como las deportaciones y los retornos voluntarios, según lo dispuesto por la normativa nacional de cada país”.
“Profundizar las discusiones y el análisis de las causas que originan estos flujos en los diferentes foros y mecanismos multilaterales de los cuales ambos países son parte, es otro de los compromisos adquiridos por Varela y Santos.