Algunos inclusive movieron las vallas que separaban la calle del Congreso con la plaza, donde llevan acampando más de un mes.
También se explotaron bombas y una de ellas fue hacia el suboficial Abel Paniagua, que fue herido y tuvo que ser trasladado al Hospital Rigoberto Caballero. Por la tarde, informaron que el agente estaba fuera de peligro, y que solo sufrió quemaduras en una mano.
La situación de tensión no se extendió mucho tiempo debido a que los líderes de la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) se agruparon en el escenario montado y pidieron tranquilidad a los manifestantes. En ese momento, se ubicaron en el medio de la plaza y se alejaron de las vallas.
Una vez recobrada la tranquilidad en el lugar, el dirigente Luis Aguayo informó que posiblemente el Senado llamará el lunes a una sesión extraordinaria para aceptar o rechazar el veto presidencial.
No obstante, comunicó a los labriegos que la primera ley que buscaban, la que declara emergencia nacional para la reactivación de la agricultura familiar, ya fue promulgada. Consideró esto como una “victoria parcial” de los campesinos en vigilia.
Por otro lado, reiteró que pese a la incertidumbre en el Congreso acerca de la decisión final alrededor del veto, permanecerán en la plaza y no se descartan nuevas marchas.
En cuanto al estado anímico de los manifestantes, se pudo notar un cansancio generalizado. En la mañana de ayer no marcharon por tercer día consecutivo. Además, se percibe un número menor de campesinos en comparación con los primeros días de la movilización.