SAN PEDRO
La clausura de la ruta 3 General Elizardo Aquino, a la altura del Cruce Tacuatí, les causa innumerables inconvenientes a los que van al norte del país y a los que quieren viajar a la capital.
El puente sobre el arroyo Chaja fue clausurado desde la tarde del martes para proceder a su reparación, luego de que una represa cercana cediera y la correntada de agua produjera serios daños a la estructura, impidiendo que se circule por el lugar.
Es en el kilómetro 365 de la ruta 3, que cruza el norte del país.
Hombres y máquinas de la empresa 8A, que es la encargada del mantenimiento de esta vía tercerizada por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), empezaron a trabajar y se aguarda que en una semana culmine el arreglo y de nuevo se habilite el cruce.
Los vehículos obligatoriamente deben circular por Tacuatí, Kurusu de Hierro, Paso Tuyá, Azotey –zonas de influencia del grupo armado– y retomar de nuevo la ruta 3. Esta situación hace que muchos opten por volver debido al temor de ingresar a dichas zonas, entre los departamentos de San Pedro y Concepción.
En el tramo la empresa Talavera y Ortellado se encuentra trabajando en la construcción de empedrados, que en ciertos sectores ya están terminados, pero aún existen sitios de difícil acceso y puentes de madera inseguros.
Con una lluvia el desvío sería intransitable, por lo que maquinarias de las empresas que trabajan en la zona arreglan los lugares críticos en forma urgente.
SEGURIDAD. Efectivos policiales y de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) cubren todo el trayecto para brindar seguridad a los que transitan por el lugar; no obstante, mucha gente prefiere regresar ante el temor al EPP.
A esto se suma que el tramo de desvío tampoco está en condiciones y existen partes donde solo hay pequeños puentes que pueden ceder fácilmente con los camiones de carga e incluso ómnibus de pasajeros que circulan en gran cantidad por la zona.
Consultados algunos pasajeros ocasionales, manifestaron su temor por cruzar la zona y pidieron a las autoridades que se garantice la circulación sin peligro, ya que la sensación de inseguridad en el lugar está instalada desde hace tiempo.