19 abr. 2024

Ciudadanía no debe realizar las tareas que son del Estado

Es muy loable que los pobladores de Bahía Negra, en el Alto Paraguay, cansados ante la falta de respuestas a sus reclamos por parte de las autoridades del Gobierno central y de los gobiernos locales, se hayan unido para reparar ellos mismos varios tramos del camino público de acceso a la localidad, así como algunos de los puentes que ya estaban intransitables, pero esa acción solidaria no debería tapar ni suplantar la responsabilidad del Estado, principalmente en zonas aisladas que precisan incorporarse a las dinámicas de desarrollo. La gente ya contribuye pagando sus impuestos y tiene todo el derecho a demandar que los gobernantes cumplan con lo que prometen en épocas electorales.

Un reportaje publicado en la víspera por este diario, firmado por el corresponsal en el Departamento del Alto Paraguay, relata cómo varios pobladores de la localidad chaqueña de Bahía Negra se han visto obligados a unirse y trabajar solidariamente para reparar ellos mismos varios tramos del camino público de acceso a la localidad, así como algunos de los puentes que ya estaban intransitables.

Esta acción, muy elogiada y aplaudida por los lectores del diario, la han debido realizar ante la falta de respuestas de las autoridades del Gobierno central y de los gobiernos locales a los sucesivos reclamos presentados por los pobladores para que se repare el tramo vial, que resulta vital para el movimiento económico y social de la zona, que constituye el punto de entrada al Pantanal paraguayo, actualmente una de las ecorregiones de gran interés científico y turístico, en proceso para ser declarado patrimonio ambiental mundial.

Ni las autoridades de la Gobernación del Alto Paraguay –que este año cuenta con un ingreso presupuestario de 33.000 millones de guaraníes, además de equipos mecánicos y recursos humanos suficientes para encarar este tipo de reparaciones– ni las del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) han respondido a los constantes planteamientos de los habitantes de la región, solicitando que se reparen los puntos críticos de la ruta que los conecta al resto del país y el mundo.

Ante la inacción y la desidia estatal, finalmente los pobladores decidieron unirse, formar equipos de trabajo, sacrificar el tiempo que deben dedicar a sus propias labores y a estar con sus familias, para disponerse a trabajar como voluntarios en sistemas de mingas, logrando de este modo arreglar el camino y los puentes destruidos.

La titánica labor cumplida por los pobladores de Bahía Negra merece todos los elogios y aplausos, tal como lo han destacado numerosos lectores en sus posteos desde las redes sociales en internet.

Sin embargo, la meritoria acción solidaria emprendida por la ciudadanía chaqueña no debería tapar ni suplantar la responsabilidad que corresponde al Estado, de responder a las necesidades básicas de la población, principalmente en una zona de gran potencial productivo, turístico, ambiental y cultural, que lamentablemente sigue siendo postergada de los proyectos y las dinámicas de desarrollo.

La gente ya contribuye pagando sus impuestos y aportando su trabajo productivo como para pedirle que además tengan que reparar los caminos abandonados y los puentes caídos, tareas que indefectiblemente corresponden al Estado. No hay que cansarse en reclamar, con todo derecho, que las autoridades gubernamentales cumplan con lo que tanto prometen en épocas electorales.