La técnica de fibrina leucoplaquetaria autóloga consiste en tomar una muestra de sangre del paciente, el cual se procesa y se le aplica nuevamente. Con este tratamiento se logra no solo la regeneración del tejido óseo sino la cicatrización del tejido blando, explicó la doctora Graciela Fretes, coordinadora de bucomaxilofacial del servicio de Traumatología.
“Utilizando las propias células progenitoras del paciente, lo que se hace es mejorar el proceso de cicatrización”.
El procedimiento se aplica en pacientes oncológicos, con huesos debilitados, para casos de traumatología y otros. La doctora Fretes pone a disposición su equipo porque el IPS no cuenta con este tipo de máquina. Se está solicitando la compra para el equipamiento.
La técnica. Con relación al tratamiento denominado distracción osteogénica mandibular, que se hace desde hace dos años, la doctora Fretes explicó que está dirigido a pacientes con malformaciones o anomalías maxilofaciales. “Es un técnica fisiológica para hacer crecer los huesos”.
Se aplica algo parecido a una prótesis que se denomina distractor osteogénico. Se hace en varios casos, por ejemplo, a los niños que tienen la mandíbula más pequeña o deformada para estimular el crecimiento. La cirugía cubre el IPS, que en el sector privado oscila en G. 50 millones, pero la Previsional no cuenta con el aparato. Las fundaciones otorgan el insumo. Para el tratamiento, la lista de espera es de tres meses.
Con la cirugía oral y maxilofacial se logra resolver varios problemas como tumores benignos y malignos de la boca, cara, cabeza y el cuello.