Una foto que más parecía una escena de una película de comedia negra se volvió viral en las redes sociales de internet y en varios medios de comunicación durante la semana anterior. Se trataba de la imagen de un equipo de médicos realizando una intervención quirúrgica en el quirófano del Hospital Regional del Instituto de Previsión Social (IPS) de Ciudad del Este, bajo la protección de un paraguas, para evitar ser mojados por el agua que se filtraba a través de las goteras del techo.
La información que acompañaba a la imagen confirmaba, sin embargo, que no se trataba de ninguna secuencia de ficción cinematográfica, sino de una escena dolorosamente real.
Era realmente una operación quirúrgica practicada por los médicos Jorge Fretes, Joel Olmedo y el instrumentista Máximo Servín a un paciente con peritonitis, realizada en la mañana del jueves 16 de marzo, en momentos en que se registraba una fuerte lluvia en la ciudad y el agua empezó a caer desde las goteras del techo sobre la mesa de operaciones. Los médicos no tuvieron otra opción que proseguir la delicada tarea bajo la protección de un paraguas.
Ante la difusión de la fotografía y las reacciones de burla e indignación que provocaron en la ciudadanía, el director del hospital, Carlos Torras, en lugar de preocuparse por encontrar una solución al problema, anunció que iba a abrir un sumario de investigación contra los médicos que aparecían en la foto, a quienes acusó de cometer un acto de “imprudencia”, sin importar que estos habían logrado llevar adelante una cirugía exitosa en medio de la precariedad.
Según el testimonio de la mayoría de los médicos y trabajadores, las goteras en el quirófano y en otras dependencias claves del hospital constituyen un problema que se arrastra desde hace tiempo, y no solo se han debido realizar varias otras operaciones bajo goteras, sino inclusive a oscuras y sin energía eléctrica, debido a que ante un corte de la energía de ANDE, los equipos generadores no funcionaban.
La patética imagen de los médicos operando bajo un paraguas ilustra acabadamente el drama de la salud en el Paraguay. Situaciones similares se repiten en otros centros asistenciales de Instituto de Previsión Social y del Ministerio de Salud.
Lo más grave es que mientras las autoridades del Gobierno y los exponentes de la clase política siguen enfrascados en las peleas por imponer la enmienda de la Constitución y lograr la reelección, los grandes problemas como la salud y la educación no son atendidos con la urgencia requerida.