La cinta pone en escena el mundo de los indígenas wayú, el contrabando y la bonanza marimbera (tráfico de marihuana) ocurrida en los años 70, en el departamento caribeño y fronterizo de La Guajira, indicaron los promotores en un comunicado.
En este caso, Guerra figura como codirector junto a su esposa, Cristina Gallego, que en “El abrazo de la serpiente”, firmó la producción.
El largometraje, que se rodó en los departamentos de La Guajira y Magdalena, en la costa norte colombiana, se constituye en una de las producciones más grandes realizadas hasta el momento en Colombia.
En ese sentido, Gallego afirmó que se enfrentaron a un rodaje que puso a prueba al equipo “a todos los niveles: profesional, físico y espiritual”.
“Como el desierto, bello pero rudo; lleno de retos y dificultades de los que salimos adelante confirmando el gran equipo humano que nos rodea y hace posible lo imposible, motivados, fortalecidos y recargados con el amor y la fe necesaria para contar nuestras historias”, agregó.
El rodaje duró nueve semanas con un equipo técnico de más de 75 personas que se aventuró por varios puntos de La Guajira y la Sierra Nevada de Santa Marta para contar la historia de una familia indígena wayú, encabezada por Rapayet Abuchaibe y su suegra, Úrsula Pushaina.
El casting de la cinta cuenta con una mezcla de reconocidas figuras de la televisión como Natalia Reyes, del teatro como Carmiña Martínez, nuevos intérpretes como José Acosta, y actores naturales como el palabrero (autoridad tradicional) wayú José Vicente Cotes.