Por Alcides Benítez - @alcyBenitez
Cerro Porteño logró este domingo el título del torneo Clausura 2017 luego de vencer 3-2 a Sol de América en el estadio General Pablo Rojas (La Nueva Olla). El Ciclón terminó siendo el mejor de la competencia, aunque para ello debió esquivar varios inconvenientes. Aquí resaltamos las claves:
La goleada ante Guaraní (4-0): Punto de despegue
Cerro Porteño venía de protagonizar otro fracaso de nivel internacional en Barranquilla tras quedar eliminado de la Copa Sudamericana en manos del Junior. El resultado dejó contra las cuerdas a Leonel Álvarez y su continuidad pendía de un hilo. No obstante, el equipo sanó sus heridas con una goleada inobjetable para iniciar su repunte camino al título.
Los goles de Diego Churín y Alfio Oviedo: 19 conquistas
Los atacantes, que llegaron a Barrio Obrero de dos modestos equipos, el primero de Unión Española (Chile) y el segundo de Independiente de Campo Grande (Paraguay), irrumpieron en el momento preciso. El ‘Zlatan del Maule’ empezó a destacar justamente contra el Aborigen con un hat-trick. En tanto, el Espectro del Gol necesitó más tiempo para despuntar el vuelo. Entre los dos suman 19 conquistas.
El cambio táctico de Leonel Álvarez: Dos delanteros
La mejoría azulgrana se debió en un alto porcentaje a la modificación táctica que realizó el entrenador colombiano. Álvarez alineaba el equipo con exceso de mediocampistas y un solo nueve, pero el equipo nunca sintió el estilo y entró en sintonía. Ante el inminente hundimiento, el técnico añadió otro nueve de oficio y los resultados no tardaron en llegar.
La Nueva Olla, el verdadero baluarte: Invencible en casa
Cerro Porteño convirtió a la Catedral de la Pasión en su aliado favorito para barrer a sus rivales. En su reducto nunca falló y consiguió el ciento por ciento de los puntos. Empujado por su multitudinaria hinchada, el equipo ganó ocho partidos y anotó 20 goles. 2.5 tantos por encuentro.
La unidad del vestuario: Referente comprometidos
Pese a los sinsabores en el semestre, tras la eliminación en Medellín, como después de la derrota en el superclásico del año frente a Olimpia, la anterior frente a Guaraní, el plantel de jugadores demostró una unidad granítica y gran capacidad para superar los momentos de crisis.