CONCEPCIÓN
Vallemienses organizados en un consejo de desarrollo distrital de San Lázaro cerraron ayer el acceso a la fábrica de la INC para exigir la destitución de su presidente Jorge Méndez, y la intervención de la cementera. Los trabajadores no pudieron ingresar a la fábrica. El enojo fue por la escasez de cemento para distribuidores de esa ciudad.
La medida de fuerza se inició a la madrugada de ayer. “De aquí no salimos antes de que el presidente Jorge Méndez no sea destituido y que la fábrica sea intervenida”, expresó Antonio Garcete, uno de los líderes del Consejo de Desarrollo Distrital.
Aseguraron que no levantarán la medida hasta que se concrete el reclamo señalado, a la vez exigen la presencia de la Contraloría General de la República y de la Fiscalía de Delitos Económicos para la verificación de las nuevas instalaciones para la molienda de coke y el uso de unos USD 67 millones de bonos soberanos.
También pidieron el fin de privilegios entre los distribuidores, ya que según denuncian hay tres distribuidores grandes que retiran toda la producción requerida a un costo más bajo (G. 31.000 la bolsa) y vuelven a comercializar en la misma fábrica y que incluso reciben con cheque a 30 días de plazo, mientras los distribuidores pequeños no reciben su cupo.
Rogelio Carrillo, distribuidor de la INC, figura en la lista de la empresa estatal como un cliente regular. En conversación con IP Paraguay, Carrillo manifestó que la entrega era normal hasta que se trabó todo debido a manifestaciones.
Por su parte, Méndez afirmó ayer que el despacho de cemento ya se normalizó, luego de que este haya sufrido la descompostura del molino.
Apuntó que, por ende, no existe justificativo de los manifestantes para cerrar la entrada y evitar que la empresa opere. Dijo que buscaron dialogar siempre con los manifestantes, pero estos se niegan.
