Ninguno de los sistemas del Gobierno estadounidense han resultado hasta ahora afectados por el virus global, según aseguró a los periodistas el asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, Tom Bossert, quien insistió en que Estados Unidos “no fabricó” el virus, como ha sugerido Rusia.
Quienes han hecho los pagos a los ciberdelincuentes no han logrado “recuperar ninguno de sus datos”, aseguró Bossert.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó ayer a los servicios secretos de EEUU de ser “la fuente primaria del virus”, después de que el presidente de Microsoft, Brad Smith, indicara este domingo que el ciberataque se produjo gracias a una “vulnerabilidad robada” a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). efe