Un grupo de 20 personas crucificadas están instaladas bajo una carpa improvisada en la vereda del Ministerio del Trabajo. Cuatro de ellas tienen la boca cocida.
Los trabajadores vienen realizando esta medida de fuerza hace dos meses y ahora decidieron iniciar una huelga de hambre. Denuncian el despedido masivo de choferes de la Línea 49 días después de haber realizado una asamblea para conformar un sindicato.
Además, reclaman trabajar las 8 horas establecidas por el Código Laboral y no las 16 impuestas por la línea 49 La Limpeña. Asimismo, exigen tener vacaciones y cobrar aguinaldo en tiempo y forma, ya que actualmente les pagan a “cuotas”.
Aseguran seguir con esa medida hasta tanto sus reclamos sean escuchados por parte del ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, y los directivos de la empresa perteneciente al diputado liberal Celso Maldonado.
Uno de los crucificados, Miguel Garcete, lamenta que los dueños de la firma nieguen que fueron despedidos y piden resolver el conflicto en base al diálogo. “En las tres ocasiones nos ofrecieron dinero. Él piensa que como compra votos va a comprar nuestros derechos”, afirmó a Telefuturo.
El ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, sostuvo en su momento que no cederán ante el “chantaje social”. Indicó que la crucifixión es rechazada por el sindicalismo internacional y lo que busca es “conmover a la población”.