Hoy se recuerda el Día Internacional de Concienciación del Autismo y el lema de este año es “El empleo: la ventaja del autismo”, atendiendo que millones de personas con este diagnóstico sufren discriminación social, la restricción de sus derechos a la educación, a la salud, a una vida plena, a su dignidad como personas.
Acciones sencillas e importantes como lavarse las manos, cepillarse los dientes, prepararse la merienda, cantar, bailar, así como distinguir la variedad de colores y formas, forman parte de las actividades diarias que aprenden los chicos en Cedinane. Allí se realiza un acompañamiento diario que debe replicarse en la casa para lograr los avances deseados y que ellos alcancen una independencia en su día a día, explica Adriana de Montoya, la directora.
“Esto es permanente. Después de que tienen las habilidades adquiridas, el hecho de venir a la escuela es una terapia de actividades; cuando un niño con autismo se queda desocupado genera un montón de conductas inapropiadas. Si lo encierran en una pieza sin estímulo o se sientan frente a la televisión por horas y por años, se generan conductas inapropiadas, necesitan actividad como todos”, afirmó Montoya.
De los 87 chicos que asisten en forma regular, 25 se encuentran estudiando también en escuelas regulares. En este sentido existen avances que también son acompañados por el centro dentro de las instituciones educativas.
Allí reciben estimulación senomusical, psicomotricidad, terapia miofuncional para evitar el babeo y mejorar la deglución, terapia del lenguaje para mejorar la comunicación y además realizan una actividad, como la elaboración de artículos de limpieza, con lo cual pretenden generar ingresos para los chicos, y requieren de apoyo para contar con los elementos necesarios para seguir elaborándolos.
En el espacio Centro Terapéutico Vivir Jugando asisten 26 niños de entre 4 y 11 años, donde desde hace 5 años se llevan adelante talleres terapéuticos de marzo a noviembre y el grupo es fijo hasta una ampliación de la capacidad, explicó la licenciada Letizia Rivela, coordinadora general del centro. Comentó que se desarrollan actividades denominadas momentos (ver infografía) y cada una requiere un trato personalizado.
“Desde el año pasado no pudimos incorporar nuevos usuarios porque el trabajo acá es muy personalizado para cada niño en forma específica”, explicó Rivela. El anhelo es que existan más centros en todo el país y dar oportunidad a todos los chicos y las familias que lo necesitan.