CIUDAD DEL ESTE
En la medida que empiezan a funcionar los nuevos semáforos instalados por una firma contratada para el efecto por la Municipalidad de Ciudad del Este, también crece la cantidad de indígenas que mendigan en los diferentes cruces. No son del Alto Paraná, vienen de departamentos vecinos como Caaguazú y Caazapá, según los datos, y cada tanto son devueltos a sus comunidades.
En el microcentro de la ciudad también se observan niños y adolescentes nativos, con bebés en brazos, pidiendo limosna para comprar algo qué comer. La mayoría corresponde a la parcialidad Mbyá Guaraní.
Un grupo importante se encuentra distribuido en el barrio Obrero, a lo largo de la avenida Eugenio Alejandrino Garay, donde están instalados tres cruces semafóricos entre las avenidas Bernardino Caballero y Del Lago.
En el cruce ubicado entre costado del Centro Regional y el Poder Judicial, además de nativos, están los limpiavidrios. En este punto, según denuncian, durante el día muchos conductores pasan muy mal momento por el nivel de agresividad, no de los indígenas, sí de los limpiavidrios.
LA SITUACIÓN. Además de indígenas venidos de otros departamentos, también hubo registros de nativos de la misma parcialidad, pero que llegaron desde Puerto Iguazú, Argentina. Una imagen sumamente triste proyectan estos nativos que en medio de la lluvia y el frío en estos días mendigan por las calles de la ciudad pidiendo un poco de dinero para sobrevivir.
La Gobernación del Alto Paraná construyó un local en Presidente Franco, tras un acuerdo dentro de una comunidad de la misma parcialidad, donde se los asistió con medicamentos, alimentos y educación. En principio fueron más de 170 nativos, hoy quedaron muy pocos. Pero toda la estructura quedó para la comunidad nativa local. “Nos toca mucho, sinceramente, pero cada uno también tiene sus problemas, sus necesidades y no puedo tampoco hacer mucho por ellos. Estos que están ahora por lo menos no son violentos, había uno que andaba medio drogado y si no le dabas plata muchas veces reaccionaba mal”, señala José Mendoza, comprador de la feria de hortigranjeros, ubicada frente a la Terminal.