PEDRO JUAN CABALLERO
La capital del Amambay tampoco se escapa del acecho de los llamados motochorros, cuyos golpes en los últimos meses del 2016 aumentaron considerablemente; inclusive, algunas personas resultaron heridas de gravedad al resistirse a asaltos callejeros.
La Jefatura de Policía del Amambay sitúa las acciones de los asaltantes callejeros en segundo lugar, detrás de los hechos de homicidios que se cometen en esta parte del país, como ajustes de cuentas.
Ahora recorre en las redes sociales el mensaje con el logo tipo de un supuesto grupo de exterminio que se hace llamar Cazadores de Paz, cuyos miembros amenazan con matar a asaltantes y ladrones. Por su escrito en portugués se deduce en la zona que se moverían entre Ponta Porá y Pedro Juan Caballero.
Según versiones, el primer acto de este grupo tuvo lugar en la noche del pasado viernes, donde tres personas resultaron heridas cuando ocupantes de una motocicleta de alta cilindrada, de color negro, atacaron a tiros a un grupo de supuestos asaltantes. El hecho ocurrió en el barrio María Victoria, uno de los vecindarios pedrojuaninos con mayor índice de casos de asaltos cometidos por motochorros.
Los victimarios luego de disparar se dieron a la fuga hacia territorio brasileño, aprovechando la oscuridad y la cercanía de la frontera. Los heridos fueron identificados como Elvio Santos Martínez López, Herminio Núñez Sanabria y un menor de 17 años que sería el blanco principal de los pistoleros. Los tres fueron llevados hasta el hospital regional.
La versión que maneja la Policía sobre este episodio es que el lugar donde estaban reunidas estas personas sirve como punto de encuentro de ladrones motorizados, donde planifican sus golpes para luego salir a delinquir en la vía pública.
Uno de los casos que se le atribuyen a un grupo de Justicieros de la Frontera es la ejecución de dos jóvenes, a quienes antes de amputarles las manos, los habían disparado en la cabeza. Este hecho se había registrado el año pasado, y los investigadores no esclarecieron el episodio.
La semana pasada autoridades municipales de Ponta Porá se reunieron para solicitar la habilitación de una comisaría del temible Departamento de Operaciones de Frontera (DOF) de la Policía brasileña para combatir a la delincuencia.