Esto, porque dos de los camaristas Delio Vera y José Agustín Fernández, quienes iban a estudiar el pedido de apartar al juez Corbeta, se inhibieron del abogado Francisco José Carballo Mutz, defensor del encausado Guido Amarilla.
Vera se excusó por enemistad, odio y resentimiento contra el profesional, mientras que no se pudo conocer el motivo que alegó su colega Fernández.
Así, la causa pasó al camarista Agustín Lovera Cañete, que impugnó las inhibiciones de sus colegas, con lo que el caso pasó a la Sala Penal de la Corte, que definirá qué camaristas deben resolver la causa.
No obstante, la causa del homicidio del joven liberal Rodrigo Quintana está con el juez interino, Humberto Otazú, quien ya notificó a los procesados de su intervención.
Los procesados el suboficial Gustavo Florentín (presunto autor material), a más del oficial inspector Guido Amarilla y el comisario Tomás Paredes Palma, tienen hasta el miércoles para cuestionar al magistrado.
Si no hay recusación, el juez deberá resolver el pedido de nulidad de la imputación presentado por la defensa de Amarilla.
Posteriormente, el juez también deberá citar a los mismos para imposición de medidas cautelares con relación a la causa.