Un hombre llegó en una motocicleta hasta el local de la Cámara Paraguaya del Cloro (Capaclor) y tocó el timbre en la mañana del 23 de junio de 2014. Segundos después, la gerente de la oficina, Sonia Doutreleau, fue asesinada de 33 puñaladas.
A más de un año del crimen, la fiscala del caso, Fátima Britos, concluyó que el crimen fue planeado detalladamente por la secretaria de la víctima, Celia Maidana Torres, presuntamente para mantener ocultos malos manejos financieros dentro de Capaclor.
Las acusaciones presentadas por el Ministerio Público en contra de la mujer, su pareja Gustavo Noguera y su sobrino César Maidana, relatan cómo la secretaria y su novio hablaron con su sobrino para contactar con alguien que pueda encargarse “del trabajo”.
De esta manera, según la Fiscalía, Celia Maidana dio con María Gabriela Villalba y Gustavo Gabriel Insfrán Álvarez. Este último, de acuerdo con la investigación de la Fiscalía y la Policía, es el autor material del homicidio.
El día del crimen, relata la acusación, Maidana apagó el sistema de alarmas de Capaclor y abrió la puerta al asesino, pensando que se trataba de alguien que venía a entregar facturas, según declaró posteriormente. La secretaria dijo que fue obligada a punta de puñal a encerrarse en el baño.
INDICIOS. Los investigadores comenzaron a sospechar de Celia Maidana, debido a que su relato de cómo sucedieron los hechos presentaba diversas incongruencias. La secretaria dijo que permaneció de cuclillas en una esquina del baño del local y que en un momento dado el agresor entró al sanitario para lavarse la sangre.
Criminalística de la Policía concluyó que en realidad Celia Maidana no estuvo en el baño: sus prendas de vestir deberían tener manchas de sangre en determinados lugares, según cómo ella dice que estuvo en el baño, y no las tenían.
Además, el rastro de sangre del piso del sanitario debería ser interrumpido por la posición del cuerpo de la mujer, y esto no se observó en el baño, señala el informe. En el piso tampoco se encontraron huellas del calzado de Maidana, así como tampoco encontraron sangre en los calzados de la mujer.
La acusación fiscal menciona la declaración de Alejandro Sevilla, quien contó que Sonia le dijo que ya no confiaba más en Celia. Asimismo, amigas de la víctima dijeron que Sonia había manifestado sospechar que Celia Maidana intentó intoxicarla.
Con respecto al móvil del homicidio, la Fiscalía señala que después del crimen se detectaron varios malos manejos financieros dentro de Capaclor y apunta como responsable a Maidana. Esto se sustenta con las declaraciones de distintos representantes de empresas que formaban parte o bien hacían negocios con Capaclor.
CUESTIONAMIENTOS. La abogada Marina Cañete, defensora de Celia Maidana, cuestionó que la hipótesis de la Fiscalía se sustenta en testimonios y no en pruebas concretas. En ese sentido, cuestionó que aún varias diligencias sigan pendientes, a pesar de que de la Fiscalía tuvo más de un año para investigar el homicidio.
Por su parte, el abogado Ernesto Garcete, defensor de María Gabriela Villalba, también criticó la investigación llevada adelante por la fiscala Fátima Britos. Indicó que el Ministerio Público basa su versión en declaraciones realizadas ante policías de Investigación de Delitos, por lo cual son nulas.
El juez del caso, Miguel Tadeo Fernández, deberá convocar a las partes para una audiencia preliminar.