Desde su entorno inmediato, admitieron que el principal objetivo de Cartes era lograr ubicar a alguien que pueda darle gobernabilidad y eso lo confirma cuando el lunes pasado se trasladó hasta la quinta del senador colorado Óscar González Daher para reunirse con los senadores cartistas y del Unace a fin de cerrar acuerdo con los liberales. Cuando parecía inminente que el cartismo conseguiría su plan de nombrar a Ramón Gómez Verlangieri (tras el acuerdo con un sector liberal), el factor Roberto Acevedo vino a truncar todas las negociaciones, abortando de esa manera el plan oficialista.
La disidencia fue más hábil y cerró la negociación que a tambor batiente posicionó a Acevedo como presidente del Senado. Además, colocó a Enrique Bacchetta en el Consejo de la Magistratura en reemplazo de Enzo Cardozo, liberal llanista. La disidencia no solo quedó satisfecha con cerrar este acuerdo y copar las principales comisiones de la Cámara Alta, porque también logró imponer las ternas para la Contraloría y la Defensoría, aunque esto debe pasar nuevamente por Diputados.
Meses difíciles. Los primeros meses fueron duros para Cartes. Durante todo abril, soportó una de las movilizaciones más fuertes de grupos campesinos, quienes se unieron a los líderes del gremio de cooperativas. Luego de que el propio Cartes trató de haraganes a los manifestantes en un discurso que dio en San Pedro, no le quedó otra que sentarse a negociar. Inclusive, tuvo que firmar un compromiso para atender el reclamo de la rehabilitación financiera.
Ni bien el Gobierno se repuso, en los primeros días de mayo le esperaba otro duro golpe: la movilización estudiantil que exigía la destitución de Marta Lafuente como ministra de Educación. La administración de esta fue acusada de malversación en el intento de compra de cocido y botellas de agua de oro, sumado a la caótica situación de las instituciones educativas.
En todo momento Cartes evitó ceder, pero no pudo ante la movilización masiva de los colegiantes. No le quedó otra que desprenderse de una de sus ministras mimadas dentro del Gabinete.
Derrota. Ya el año pasado, el cartismo fracasó en varias ciudades en donde trató de posicionar a sus candidatos a intendentes, que en su mayoría buscaban la reelección. El propio Cartes ejercía el rol de jefe de campaña para posicionarlos. Sin embargo, ese puntal y todo lo que se gastó no le sirvieron para perder en feudos claves como en Asunción, donde Mario Ferreiro logró vencer a Arnaldo Samaniego. El mismo mensaje recibió en otras ciudades como Fernando de la Mora, Mariano Roque Alonso, Lambaré y Encarnación.
Otro escenario complicado para el oficialismo es que no consiguen cerrar acuerdo para lograr el juicio político a 3 ministros de la Corte: Sindulfo Blanco, Miguel Óscar Bajac y César Garay Zuccolillo. Si bien, públicamente, el Ejecutivo dice que no está operando en el tema, en filas coloradas se menciona que es de su interés lograr estas remociones.
A esta situación se suma su intención de ubicar a González Daher en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Por eso se le complica el panorama ante nueva mayoría en la Cámara Alta.