En una conferencia organizada por el centro de estudios Brookings Institution en Washington, Carstens también enmarcó la caída del peso en un “ajuste”, después de un período al alza, al tiempo que rebajó el impacto negativo de las propuestas del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia México.
“La posición de México es que damos la bienvenida a la revisión del TLCAN (...). Consideramos que hay una posibilidad de ganancias para todos en la revisión del TLCAN”, indicó Carstens, que abandonará el banco central de México a finales de noviembre.
Carstens recordó que el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá tiene 23 años de historia en los que han ocurrido cambios profundos, como la irrupción de China como uno de los grandes actores económicos globales y avances tecnológicos.
El gobernador del Banco de México restó gravedad al discurso de Trump a favor de un muro en la frontera con México y elevar barreras comerciales con el vecino del sur, por lo que considera una competencia que ha destruido empleos.
“Después del cataclismo al que asistimos en 2008 y 2009 hay muchas consecuencias que tardan en volverse aparentes (...). Ha habido algunas víctimas de este cataclismo”, indicó Carstens, en respuesta al aumento del populismo en Estados Unidos y Europa.
Carstens quitó hierro al hecho de que el peso se haya depreciado abruptamente frente al dólar desde la irrupción de Trump como candidato presidencial en 2016 y, posteriormente, como vencedor de los comicios del pasado noviembre.
En su opinión, el tipo de cambio está históricamente alto y “ha habido un corrección”.
A la larga, apuntó, el valor del peso está “normalizándose” y tendrá una tendencia al alza debido a los fundamentos subyacentes de la economía mexicana.
Asimismo, consideró que la inflación, que se ha disparado por encima del objetivo del 3 %, se estabilizará a partir del próximo año, al tiempo que la política de subida de los tipos de interés y las reformas estructurales darán frutos.
En este sentido, abogó por una política monetaria “predecible y creíble” en un entorno global de gran incertidumbre, estimulando la economía a través de reformas estructurales, como las emprendidas por el Gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
