“Más de 350.000 habitantes de la parte oriental de Mosul sufren escasez de agua potable después de que el EI haya dañado las plantas y bombas de agua”, explicó Maray Hasán Matu, director del Departamento de Agua de Mosul. Matu añadió que parte de la infraestructura se vio afectada por las operaciones militares y los bombardeos, y que 8 de las plantas de la urbe están fuera de servicio. Para suplir la carencia, una treintena de camiones cisterna pertenecientes a organizaciones internacionales y otros 7 del Departamento de Agua llevan el agua potable diariamente a los barrios controlados por el ejército, donde los residentes hacen largas colas para abastecerse.
El responsable local destacó que cada individuo necesitaría 40 litros al día de agua en circunstancias normales, pero cada familia del este de Mosul recibe diariamente entre 10 y 15 litros, lo cual no es suficiente para cubrir sus necesidades. “Es una grave crisis, que se suma a la inseguridad por los combates, hacemos todo lo que podemos para hacer llegar a los residentes agua potable”, subrayó Matu. Asimismo, reveló que la mayoría de las plantas de agua se encuentran bajo el control del EI, sobre todo en los barrios aún bajo su dominio. EFE