El cardenal George Pell –ex responsable del clero católico en Australia y actualmente alto responsable de la Santa Sede– fue acusado por una víctima durante las audiencias de la semana pasada de intentar sobornarlo para que guardara silencio sobre los crímenes del cura Gerald Ridsdale, de 81 años. También lo acusó de ignorar las denuncias de abusos y de ser cómplice de los múltiples traslados del cura pedófilo de una parroquia a otra en el estado de Victoria durante años. La semana pasada, Pell negó rotundamente las alegaciones contra él y se dijo horrorizado por testimonios de las víctimas de Ridsdale, cuyos abusos se extendieron a lo largo de 3 décadas, de 1950 a 1980. En ese periodo, el prelado habría abusado de al menos 50 chicos.
Las víctimas exigieron a Pell, designado por el papa Francisco en el 2014 para hacer más transparentes las finanzas de la Santa Sede, que volviera a Australia para testificar, y el responsable vaticano respondió que iría para aclarar el caso. afp