El caos vehicular se produce tanto a la salida como a la entrada de estas instituciones de enseñanza, donde los insultos, bocinazos y las transgresiones a las normas de tránsito se encuentran a la orden del día.
Rodados que estacionan en doble fila, sobre las aceras o franjas peatonales, obstaculizando incluso las rampas para discapacitados son la constante en estos sitios.
La intervención de efectivos de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) en estas áreas poco o nada contribuyen a aliviar los efectos del congestionamiento.
Entre los puntos donde se tiene mayor quebranto con relación al paso automovilístico está el del Colegio Cristo Rey, donde las calles Milano, Montevideo, Colón y la avenida Ygatimí se saturan de máquinas y también de unidades del transporte público.
Similar panorama se tiene en el área de influencia del Colegio San José, donde el caos se traslada a las arterias España, José Berges y Rosa Peña, donde la situación empeora debido al estacionamiento a ambos lados de las veredas.
PROPUESTA. El presidente de la Junta Municipal, concejal Hugo Ramírez, a través de una minuta, plantea crear una suerte de reglamentación para ordenar y normalizar el tránsito en los alrededores de estas instituciones educativas.
En ese sentido propone que los agentes municipales controlen estrictamente que los autos no estacionen en sitios prohibidos como cruces peatonales, portones, bocacalles, esquinas, sitios reservados a buses escolares, entre otros.
Asimismo sugiere que el ascenso y descenso de alumnos se realiza frente a los accesos mismos de los colegios solo el tiempo necesario, sin abandonar la máquina en el lugar.
Agrega que se debe evitar hacer maniobras de giro en medio de la calzada, adelantamientos indebidos y mantener siempre la derecha a la hora de parar o aparcar.
Citó como los locales con más denuncias por embotellamiento al San José, Cristo Rey, Las Teresas, Santa Clara, Las Almenas, Internacional, Aula Viva, San Andrés y otros ubicados sobre la Ruta Transchaco.