Los productos provienen principalmente de las comunidades campesinas de San Pedro y Canindeyú. La entrega se realizó a la Pastoral Social este miércoles en el Seminario Metropolitano. Esta organización será la encargada de distribuir los alimentos a las familias afectadas por las inundaciones.
La campaña de recolección la lanzaron durante su XIII Congreso Nacional hace dos semanas y desde entonces comenzaron a reunir kilos de mandioca, maíz, maní y varios tipos de frutas.
Más de 10.000 son las familias afectadas en Ñeembucú y Misiones debido a las inundaciones registradas por las últimas lluvias. Desde hace unos días se están recuperando poco a poco con el cese de las precipitaciones.
Esta situación despertó la solidaridad de los campesinos, quienes a pesar de sus carencias decidieron solidarizarse con las comunidades afectadas.
La mayoría de sus producciones son destinadas a acopiadores, lo que hace mermar sus ganancias, que apenas les sirve para subsistir. En menor medida venden en el Mercado de Abasto y en sus propias ciudades, recordó el dirigente, Barcilicio Ruiz.
La falta de un mercado seguro para sus productos agrícolas es una de las causas que evita a los campesinos desarrollarse, mientras que los intermediarios siguen aprovechándose de sus necesidades inmediatas.