Entre las zonas afectadas por el fenómeno climático se tiene a San Cayetano, Eucaliptal, El Bosque, Amanecer y El Palmar. Esta última es una de las que no escapa soportar la anegación de sus arterias y viviendas de familias con cada lluvia, aún cuando la misma no presenta mayor intensidad.
La semana pasada, cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), con potentes maquinarias, procedieron a trabajar en la descolmatación del cauce de estos cursos de agua.
Los pobladores indicaron que, sin dudas, el trabajo realizado no fue bueno, ya que no puede ser que a solo siete días de su realización grandes áreas limpeñas queden de nuevo anegadas.
De acuerdo a los datos proporcionados por el personal de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), encargada del relevamiento de daños en toda esa área, unas 50 familias fueron víctimas de los efectos negativos de la crecida de ambos afluentes hídricos.
A pesar de ello, las mismas no necesitaron ser evacuadas de sus sitios de asentamiento, ya que no hubo derrumbe de casas, pero fueron asistidas con colchones y frazadas, atendiendo que las aguas ingresaron a las mismas habitaciones, mojando todo tipo de prendas a su paso.
TESTIMONIOS. Difíciles momentos atravesaron los pobladores del barrio El Palmar cuando veían que avanzaba lenta pero progresivamente la riada contra sus casas.
Brígida Ayala señaló que trabajó toda la noche para mudar sus muebles y ropas de una pieza ubicada en una parte más baja del terreno a otra más alta, pero que sin embargo, al final, “todo quedó inundado y mojado”.
Por su parte, Gabriela Falcón, quien reside desde hace siete años en este sector del municipio limpeño, recordó que en febrero pasado ya perdió parte del mobiliario de su residencia y que en esta ocasión de nuevo la inundación le causó enormes perjuicios en sus bienes.
La gente reclamó una mayor presencia de la Comuna limpeña para prestar ayuda a todos los afectados por este nuevo temporal.