El hecho ocurrió alrededor de las 17.45, cuando el dueño de la máquina siniestrada, Jacob Kehler, colono menonita, estaba probando la aeronave, pero que en ese momento estaba siendo tripulado por David Harde.
El aparato para una sola persona estaba realizando un vuelo de prueba, pero en un momento dado paró el motor y se vino al suelo, desde una mediana altura.
Según los agentes de la comisaría local, la máquina quedó destruida parcialmente y el piloto fue llevado al hospital local, pero aclararon que no sufrió lesiones mayores, por lo que le dieron de alta horas después.
Intervinieron agentes de la comisaría local y se comunicó el hecho al Ministerio Público.