CAACUPÉ
Con la entrada en operación y funcionamiento del pozo número que se excavó en el barrio Tupãsy Ycuá, la Essap de Caacupé prácticamente logra superar la falta de agua que afectaba de manera muy seguida a usuarios de los barrios San Miguel, Kennedy, Loma y Conavi 1. Ahora es otro el problema: las antiguas cañerías colapsan.
El responsable de la oficina en la capital de Cordillera, Miguel Reyes, comentó que con la incorporación de este último pozo se solucionará el problema frecuente de la carencia de agua en varias viviendas, situadas fundamentalmente en zonas altas de la ciudad.
“Estamos respirando un poco más aliviados y todo parecería indicar que en lo que resta de este verano, posiblemente ya no tendremos los problemas casi constantes de la falta del líquido. De esta manera, podemos asegurar a los usuarios que agua ya no faltará, ya que a partir de ahora los pobladores dispondrán permanentemente”, enfatizó.
Los tanques ubicados en el barrio Loma, la zona alta de Caacupé, se mantienen llenos permanentemente, cuentan con capacidad para 300.000 litros, líquido que proviene de los pozos 2 y 7.
Aún así siempre aparecen los problemas que interrumpen la entrega continua y sostenida del agua en las casas, debido a que finalizó la vida útil de varios de los grandes caños de distribución. Con la presión que se genera por la abundancia de agua que corren por las tuberías, los conductores revientan, y mientras dure la reparación, lastimosamente los vecinos no dispondrán del preciado líquido.
También están las tormentas y descargas eléctricas que cortan la energía y el agua.