“Está pasando en Paraguay, el campesino debe contar con medios de educación técnica, seguros y comercialización de sus productos”, comenzaba reflexionando el obispo de San Pedro en el séptimo día del novenario, con el lema: “Los jóvenes llamados a preservar la tierra y garantizar su fertilidad para las generaciones futuras”.
Tomó algunas palabras del papa Francisco para tenerlas como ejemplo y dibujar el escenario crítico del sector ambiental: “No hay dos crisis separadas, la social o la ambiental, sino una sola y compleja crisis socioambiental”.
Envió un mensaje a la ciudadanía en general, para preservar el medio ambiente y evitar el abuso hacia el mismo. “Tenemos que tomar decisiones difíciles, pero no podemos seguir comiendo las riquezas del planeta, no podemos seguir descartando recursos, acumulando un inmenso basural y no podemos tratar a la gente como una basura descartable”, criticó.
“Debemos hacer un boquete en el techo, en la pared y acceder de nuevo a la comunión, aprender de nuevo una cierta sencillez de vida”, dijo monseñor.
Además saludó a las organizaciones que ayudan a las personas que necesitan y pidió la colaboración para hacer una sociedad más sana y más viva. “No habrá salud mientras siga la corrupción, no habrá ecología saludable mientras haya sed de fines de lucro”, concluyó.