CORDILLERA
La gran cantidad de visitantes que llegan hasta el santuario de la Virgen, no solo los fines de semana, sino también en días hábiles, hacen que las calles de los alrededores de la Basílica ya resulten angostas. A este problema se suman los vehículos de la gente que tiene comercios en los alrededores del templo y que diariamente estacionan enfrente a los mismos. Ante esta realidad, y la constante visitas de devotos que no encuentran un espacio para sus vehículos, no les queda otra más que estacionar en doble fila. Consultado sobre el tema al director de tránsito de la Municipalidad, Jorge Vázquez, dijo que con estas realidades trabajarán para que las calles empedradas en los alrededores del casco céntrico sean asfaltadas y así los conductores lleven sus vehículos a sectores un poco más alejados.