ALTO PARANÁ Y ENCARNACIÓN
Tras la polémica instalada a partir del traslado de un grupo de nativos desde Santa Rita hasta el vertedero del municipio de San Rafael del Paraná, Itapúa, el intendente santarriteño, Cesar Landy Torres, emitió un comunicado en el que aclara que la acción se concretó a pedido de un cacique; que según denuncias acercadas a esta redacción habría negociado, por dinero, el traslado de su comunidad.
El jefe comunal asegura que desconocía que el lugar donde iban a ser reubicados se trataba de un vertedero, e indicó que se enteró a través de los medios de comunicación. Se comunicó con el Indi para ver cómo revertir el caso.
También habló con su par de San Rafael, Gladys Rivarola, a quien expresó lo ocurrido y que la Comuna solo aportó el transporte a pedido de un cacique, identificado como Nicanor. “Allí le estarían recibiendo representantes de otra comunidad, específicamente el cacique Patricio. En todo momento la iniciativa partió del señor Nicanor. Nos expuso que era un lugar mejor y que querían asentarse allí”.
Señala que buscan un lugar mejor donde puedan tener una mejor calidad de vida y “así alejarlos de la mendicidad, drogadicción, prostitución y actos ilícitos en que caen con su condición de vulnerabilidad”.
engañados. Por otro lado, el ingeniero Jorge Ibáñez, de la Gobernación de Itapúa, se trasladó al lugar donde se encontró con unas 30 personas, entre ellas niños. Estas familias comentaron que fueron llevadas al lugar engañadas –pero no dicen por quién– bajo la promesa de mejorar sus condiciones de vida.
Siguiendo con el relato de Ibáñez, estas personas se encontraban en el casco urbano de Santa Rita; “varios pertenecen a comunidades de Caaguazú y Caazapá, son personas que tienen problemas dentro de sus propias comunidades, donde aparentemente no son aceptadas”, contó.
El funcionario no logró mayor información, pues los nativos “son muy especiales, hasta nos impidieron poder captar fotografías”, ilustró.