En el actual contexto electoral y cuando se debate sobre subsidiar o no a miles de campesinos que protestan por las calles del microcentro, surgió ayer a iniciativa del diputado colorado Carlos Núñez la intención de que la banca pública compre la deuda contraída por unos 40.000 funcionarios públicos.
El objetivo es, según el legislador, estudiar en la sesión de Diputados del miércoles próximo la creación de una comisión especial para estudiar el refinanciamiento de los empleados del sector público sobreendeudados con entidades financieras del sector privado y que no cobran casi nada.
Ayer el legislador se reunió con referentes de la Cámara Paraguaya de Libranzas (Capali), y con representantes de los ministerios de Educación, de Salud Pública y Bienestar Social, Hacienda y del Banco Nacional de Fomento (BNF), para analizar la situación.
Este emprendimiento se da luego de que hace días se anunciara que el BNF amplió su línea de crédito de USD 2 millones a USD 20 millones por unidad de riesgo, para construcción, importación de maquinarias, modernización de tecnología y reforestación.
“Se trata de deudas que afectan a la mayoría de los funcionarios públicos sobreendeudados. Sabemos que son cuestiones personales y que falta una educación financiera al respecto, pero como institución estamos preocupados de que aquellos no se encuentran en condiciones necesarias para asumir los costos, y debemos prevenir con redireccionamiento de sus hábitos de gastos”, explicó Núñez.
Como antecedente, se puede mencionar que en abril pasado se refinanció la deuda de 5.000 docentes y funcionarios del Ministerio de Educación y Ciencias, tras convenio entre el MEC y el BNF.
Esta posibilidad de facilidades para miles de funcionarios sobreendeudados aparece en medio del contexto en el que también unos 17.000 campesinos están clamando subsidio y refinanciación de sus deudas, coyuntura que aún no es solucionada por el Gobierno.
carta orgánica. Llama la atención la iniciativa parlamentaria, ya que es tiempo electoral y se gesta la iniciativa tras haberse cambiado la Carta Orgánica del BNF.
En esta nueva etapa dentro de la institución, el sector privado ya no tiene representantes como consejeros y justamente ese era el motivo por el que los gremios empresariales criticaron la nueva estructura, en la que solo el Poder Ejecutivo tiene las prerrogativas para decidir sobre cartera de crédito y, en este caso, eventual refinanciación.