Se realizaron varias consultas por crisis hipertensivas, que posiblemente fueron a consecuencia del gran susto que pasaron los pobladores, además de quedarse sin nada a causa del temporal que azotó la zona. También varios niños fueron atendidos por cuadros respiratorios, resultado de la inclemencia climática.
Al puesto de salud fue llevado un importante lote de medicamentos e insumos que fueron entregados a los usuarios a medida que consultaban.
Es importante mencionar que se contó con la atención de profesionales del área de psicología para la contención a los pobladores.
A ocho días de la catástrofe climática, San Javier se repone de a poco. La luz y el agua ya fueron repuestos. La Secretaría de Acción Social (SAS) de la comuna de San Ignacio realiza una olla popular para proveer desayuno, almuerzo y cena a los pobladores.
Por su parte, los afectados por el tornado en San Javier, una compañía de San Ignacio –con una distribución tipo urbana de las casas–, pidieron que la ayuda del Gobierno central, municipios o la Gobernación le llegue a las familias afectadas en forma directa.
Otro lugar que fue azotado por el tornado fue el cementerio local. Allí hasta los cajones volaron. Los pobladores indicaron que en el campo contiguo al cementerio encontraron restos óseos, como cabezas y otras partes del cuerpo que volvieron a colocar en los cajones, pero sin siquiera saber si realmente correspondían a dicho panteón.
Hasta el momento, dos viviendas que sufrieron pérdidas del tejado ya fueron reparadas por la Gobernación. Las demás con daños materiales serán arregladas en los siguientes días, ya que los trabajos se hacen por bloque.