El fiscal adjunto de la Unidad Antisecuestro, Alejo Vera, mencionó que se está realizando una investigación pormenorizada de los cinco panfletos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) hallados el pasado domingo en la zona de Azotey y Fernando de la Mora.
“Tenemos varias evidencias incautadas aparte de esos panfletos”, indicó en referencia a los elementos encontrados durante el cateo realizado en la celda de Carmen Villalba, una de las líderes del grupo armado y que está recluida en la cárcel de mujeres el Buen Pastor.
La misma cumple una condena por estar involucrada en el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi (2001-2002).
Considera que la aparición de esos escritos es como una forma de represalia contra la intervención fiscal en el reclusorio. “Ellos reaccionan de acuerdo a la necesidad”, expresó a la radio 780 AM.
En las celdas se hallaron diez aparatos celulares que funcionaban con internet wifi. También se hallaron doce chips de distintas telefonías, varios cargadores de teléfonos, tres adaptadores para tarjetas de memoria, tres dispositivos usb y documentos varios.
BRAZO LOGÍSTICO. La fiscala de la misma unidad, Sandra Quiñónez, aseguró que el brazo logístico del EPP se extiende a lo largo del país. Con relación a los panfletos, mencionó que los miembros del grupo armado consideran un ataque el allanamiento de la celda de Villalba.
“Es una respuesta normal a lo que ellos consideran una persecución de las fuerzas de seguridad”, manifestó a la misma emisora.
Así también, dijo que la banda criminal siempre estuvo presente en el Área Central y recordó los secuestros de María Edith Bordón y Cecilia Cubas.
Por esa razón se siente sorprendida de que ahora los organismos de seguridad estén anunciando que reforzarán la seguridad de capital y Central, ante la aparición de panfletos atribuidos al grupo armado en Fernando de la Mora.
PANFLETOS. Cinco panfletos atribuidos al grupo armado fueron hallados este domingo, en simultáneo, cuatro por el cerco de una estancia de Azotey, Concepción, y otro en una de las propiedades de la familia del fallecido Blas N. Riquelme, ubicada en Fernando de la Mora, departamento Central.
En esta última misiva, el grupo armado amenaza al empresario Jorge Riquelme y a su familia y lo responsabilizan de las muertes ocurridas en la masacre en Campos Morombí, Curuguaty, en junio de 2012.
“Tomaremos represalias no solo contra su persona, sino la de toda su familia con un atraco de la cual no se salvarán”, reza el escrito. Al pie de la carta está una foto de la familia Riquelme, en la inauguración de una fábrica de galletitas en Villa Elisa.
En los demás textos, hallados en Azotey, amenazan a desmontadores de bosques con fusilarlos.