La antorcha, procedente de Ginebra, hizo una primera escala en Brasilia. Con rituales indígenas, a bordo de una canoa hawaiana, suspendida de un helicóptero, a pie o a caballo, la antorcha que regirá los primeros Juegos Olímpicos de América del Sur recorrerá 300 ciudades de Brasil transportada por 12.000 personas hasta llegar al mítico estadio Maracaná de Río.
TENSO. La presidenta Dilma Rousseff fue la encargada de encender la antorcha con la llama olímpica. Luego entregó la posta a la atleta Fabiana Claudino, (oro olímpico en vóley en Pekín 2008 y Londres 2012), y fue la primera portadora de una llama perseguida por los manifestantes.
La llama olímpica pasó por los monumentos arquitectónicos más emblemáticos de Brasilia y descendió desde un helicóptero hasta el estadio Mané Garrincha. Desde el cielo, un bombero bajó la llama haciendo rapel y se la entregó al ex capitán de la selección brasileña de fútbol Lucio, quien recorrió el campo rodeado de un centenar de niños que portaban las banderas de muchos de los países participantes del evento deportivo.