Según informaron fuentes oficiales, los fraudes eran cometidos al amparo de la conocida como Ley Rouanet, que desde 1991 permite que las empresas que financien actividades culturales descuenten de sus impuestos cantidades similares a las aportadas para esos proyectos.
La Policía Federal explicó que los fraudes fueron detectados en proyectos de teatro dirigidos a niños y adolescentes de barriadas pobres, que finalmente no fueron llevados a cabo y a partir de ahí se descubrió que el grupo también operaba en otras áreas.
Entre ellas, citó la organización de conciertos, la edición de libros y hasta la realización de fiestas privadas para grandes empresas, e incluso casamientos, que en muchos casos eran reales, pero con los incentivos aportados y descontados luego de los impuestos totalmente inflados.
Según las autoridades, los detenidos trabajaban en algunas de las empresas favorecidas, pero se sospecha que la red de corrupción también tenía ramificaciones en el Ministerio de Cultura, que aún están bajo investigación.
Hypermarcas. Los títulos de Hypermarcas SA, el mayor fabricante de medicamentos genéricos de Brasil, sufrieron el martes su mayor desplome diario en cuatro años, debido a reportes de que un ex ejecutivo de alto rango admitió que pagó sobornos a políticos de la coalición gobernante.
En un documento presentado al regulador de valores, Hypermarcas dijo que una auditoría independiente halló que Nelson Mello, ex director de Relaciones Institucionales, autorizó gastos por su propia iniciativa sin exigir una prueba de servicios prestados. Mello accedió a reembolsar a la compañía por cualquier pérdida o daño provocado, dice el texto.
Según el diario O Estado de S. Paulo, Mello admitió ante los fiscales que pagó 30 millones de reales (8,85 millones de dólares) en sobornos a senadores del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
El periódico dijo que el presidente del Senado, Renan Calheiros, y el ex ministro de Planificación Romero Jucá, ambos del PMDB, recibieron sobornos.