Branson, de 66 años, que se encontraba con sus hijos Sam y Holly en el momento del percance, aseguró que “perdió el control de la bicicleta” tras superar un bache en el camino y que pensó que “iba a morir”.
“Iba bajando una colina, hacia la Bahía de Leverick, cuando todo empezó a oscurecerse y me topé con un bache en el camino. Lo siguiente que recuerdo es que había salido disparado por encima del manillar y que toda mi vida me estaba pasando delante de los ojos”, relató Branson en su blog, en la página web de Virgin.
“Pensé que iba a morir. Salí disparado hacia el asfalto y sólo sufrí magulladuras en el hombro y en el rostro y me lastimé los ligamentos del brazo. El casco me salvó la vida”, dijo el empresario, que acompañó el texto con varias imágenes suyas tras el accidente.
Branson viajó posteriormente a Miami para someterse a varios exámenes médicos y dijo que confía estar recuperado para participar en la Virgin Strive Challenge, una prueba deportiva el próximo mes de septiembre en Italia.
“Si te caes de cara, al menos te estás moviendo hacia adelante. Lo único que tienes que hacer es levantarte e intentarlo de nuevo”, afirmó el empresario. EFE
jp/alf
