El récord de producción tuvo lugar el martes 8 y fue de 61,248 MMmcd, una cantidad que sirvió al ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, para desmentir que haya déficit de producción.
El dato “demuestra que la producción desde el 2006 va en ascenso y no, como dicen algunas voces, que no hay gas, que tenemos déficit”, afirmó el ministro.
Bolivia ha tenido algunos problemas recientes para abastecer a Argentina, principal importador de su gas junto con Brasil.
En octubre se supo que la petrolera estatal boliviana YPFB pagaría una multa de 2,1 millones de dólares a la empresa argentina Enarse por incumplir en los niveles de provisión de gas natural durante el mes de julio.
A pesar de que las autoridades bolivianas han reconocido bajadas en la producción, que se explican por la pérdida de rendimiento de algunos campos antiguos y en la demora de la puesta en marcha de nuevos proyectos, Sánchez dijo que se espera que para 2020 la producción alcance los 70MMmcd.
En las últimas semanas el Gobierno boliviano ha ampliado algunos contratos de concesión de explotaciones gasíferas con empresas extranjeras a cambio de garantizar inversiones.
El 26 de octubre, Bolivia firmó la ampliación de su contrato con un consorcio encabezado por Repsol que garantiza 500 millones de dólares de inversión en una primera fase y el 7 de noviembre el Gobierno anunció 1.200 millones de inversión de Petrobras en cooperación con YPFB.
En su comunicado, el ministro Sánchez recordó que en octubre Bolivia batió su récord de demanda interna de gas con 15,17 MMmcd.
Las autoridades bolivianas también han atribuido algunos problemas en el abastecimiento de gas para exportación a ese auge de la demanda interna, que en 2005 -antes de la nacionalización de los hidrocarburos- estaba por debajo de los 4 MMmcd.
