CANINDEYÚ
Leandro Da Costa, de 79 años, el último detenido en el sonado caso de la incautación de más de 30 toneladas de billetes venezolanos en Salto del Guairá el 13 de febrero pasado, habló en varios medios radiales de la ciudad y mencionó que pese a pagar USD 150.000, uno de sus hijos, también detenidos en el caso, está preso.
El detenido, esposo de la concejala de Salto Miriam Amaral, nombró al juez Samuel Silvero y al fiscal Julio César Yegros, este último trasladado recientemente a Ciudad del Este. Durante el procedimiento de incautación de los billetes, estando alrededor de una mesa, el magistrado Silvero buscando calmar los ánimos le habría dicho “que no se preocupara”. “No, don Leandro, no te vayas a preocupar... oparei, no va a acontecer nada, eso mañana ya no hay más nada”, expresó según lo que refirió Da Costa.
Más adelante, dijo que ya entregó “mucha plata a mucha gente”. “Vos pensás que eso es así nomás”, refirió al juez –según su versión–, al tiempo de confirmar que ya distribuyó más de USD 150.000 con la promesa de que su hijo Bruno, recluido en la penitenciaría de Coronel Oviedo en el marco de la investigación, iba a estar libre. Él era el único detenido en la causa, incluso logró arresto domiciliario, pero luego un Tribunal de Apelación determinó que vaya a prisión.
responsable. El aprehendido señaló que “es el único responsable del alquiler de su casa”, a un hombre que identificó como Joaquín de Serra, “quien trajo el cargamento de los bolívares”. Sin embargo llevaron preso a su hijo Bruno “al ver que podía tener dólares, y no como él que ya está en avanzada edad”, manifestó.
Cuestionó que no exista orden de detención contra De Serra, a quien señala como el responsable por el cargamento de dinero. “Al parecer el fiscal nuevo (por el agente Carlos Almada) no leyó el expediente, está todo ahí” precisó.
A raíz de las declaraciones de Da Costa, existe una gran sospecha de que hubo un pacto económico inclusive superior para que el caso de los billetes venezolanos vaya al oparei; sin embargo, los representantes de la Justicia habrían incumplido los compromisos que habrían asumido al principio, por lo que Da Costa se sintió traicionado y hasta estafado, según fuentes cercanas a la investigación.
Inclusive, no se descarta que hubo más pedido de dinero atendiendo la detención de Da Costa, que afirmó ser el responsable de alquilar la vivienda donde se depositaron los billetes y debió ser aprehendido al inicio de la investigación. Pero, como ya no se mostró accesible para liberar dinero, lo habrían detenido bajo argumento de contrabando. “A mí ya no me preocupa nada, a mis 80 años ya nada mi importa, pero me preocupan mis hijos que nada tuvieron que ver”, expresó Da Costa, a quien por imperio de la ley le deberán dar prisión domiciliaria por su edad.