Biden y Solís dialogarán sobre la cooperación bilateral para la “protección de los migrantes vulnerables del Triángulo Norte de Centroamérica”, detalló la Casa Blanca en un comunicado.
Además, los dos altos funcionarios abordarán “la integración energética regional” y diversos asuntos bilaterales.
La visita de Solís a Washington coincide con el reciente anuncio de la ampliación del programa para refugiados menores de Centroamérica que puso en marcha el Gobierno de EE.UU. en 2014.
Esa ampliación cuenta con el apoyo de Costa Rica, que permitirá a los solicitantes de asilo más “vulnerables” esperar allí mientras se tramita su petición.
Costa Rica se compromete a acoger en su territorio a un máximo de 200 solicitantes de asilo cada seis meses mientras se tramitan sus peticiones de refugio en EE.UU., en los casos de menores que necesiten protección inmediata, según fuentes del Departamento de Estado.
Los cambios anunciados a finales de julio buscan mejorar la eficacia del programa, que hasta ahora solo ha permitido la llegada al país de 267 de los 9.500 niños y adolescentes de El Salvador, Guatemala y Honduras que han solicitado asilo en Estados Unidos.
El programa se puso en marcha a raíz de la crisis migratoria del verano de 2014, cuando miles de niños, en su mayoría centroamericanos, cruzaron solos la frontera entre México y EE.UU.
Para hacer frente a la violencia y falta de oportunidades que están detrás de esa emigración de niños hacia EE.UU., en febrero pasado el presidente Barack Obama solicitó al Congreso una partida de 750 millones de dólares de ayuda a Centroamérica dentro del presupuesto de 50.100 millones para el año fiscal 2017.
Esos 750 millones se sumarían a los otros 750 millones aprobados por el Congreso de EE.UU en diciembre pasado para afianzar el fortalecimiento institucional de los países de origen del mayor número de indocumentados y que forman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica: Guatemala, El Salvador y Honduras.