Aunque no fue para luchar con los gladiadores, el mandamás de la F1 posó para la foto junto al empresario mexicano Alejandro Soberón, dueño de la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), la cual hace posible la carrera mexicana.
En primer término, dos pilotos, el finlandés Valteri Bottas, de Williams, y el mexicano Esteban Gutiérrez, de Haas, subieron con los luchadores, quienes con sus típicas máscaras y sus coloridos atuendos, llamaron la atención de los equipos que todavía trabajaban detrás de la zona de talleres del autódromo mexicano.
Los luchadores divirtieron por espacio de una hora a los asistentes en el evento de bienvenida que brindó el comité organizador a los integrantes de la F1.
Hace un año, en el regreso de la F1 a México, el británico Lewis Hamilton, de Mercedes, asistió a una función de lucha libre en la capital mexicana y él si se subió al cuadrilátero para enfrentarse con otros luchadores.
Por la tarde de este jueves, los dos pilotos del equipo Red Bull, el australiano Daniel Ricciardo y el holandés Max Verstappen aparecieron en la zona de pits maquillados como calaveras, en alusión a la tradicional festividad del Día de Muertos que se celebra en México el 1 y 2 de noviembre.
La segunda edición del Gran Premio de México, en su nueva etapa, ha provocado múltiples actividades de los patrocinadores con los pilotos, quienes de manera divertida han aceptado participar como sucedió el miércoles con un partido de fútbol entre pilotos y jugadores en el retiro entre ellos el español Carles Puyol.
La decimonovena carrera de la temporada se correrá el domingo en la capital mexicana y podría traer consigo al campeón de la temporada 2016 título que buscan el alemán Nico Rosberg y el británico Lewis Hamilton, quienes suman 331 y 305 puntos, respectivamente.
Si Rosberg gana la carrera y Hamilton no suma unidades se habrá resuelto el campeonato.
