"¿No es realmente impresionante lo que ha crecido aquí en los últimos meses (...) entre urbanizaciones y construcciones prefabricadas?”, celebró el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, al inaugurar la muestra de paisajismo urbano, que este año se celebra por primera vez en Berlín y sólo cinco años después -en lugar de los diez habituales- desde la anterior edición.
El presidente recordó que las exposiciones de paisajismo, que tienen una larga tradición en Alemania, “nunca han sido solo algo para la vista y los sentidos”, sino que “casi siempre han supuesto un impulso en materia de desarrollo urbanístico”, también en esta ocasión, agregó, con la conversión del parque de Marzahn en unos “jardines del mundo”.
Steinemeier subrayó que entre las preguntas importantes de cara al futuro se plantean las de cómo hacer más atractivos los suburbios de ciudades siempre en crecimiento, cómo crear zonas verdes allí donde el paisaje urbanístico es cada vez más denso y qué puede hacer cada uno por que las urbes continúen siendo lugares habitables.
Paisajistas de cinco continentes han creado para esta muestra obras de arte que combinan la tradición y lo moderno de sus países de origen y todas ellas tienen una cosa en común, señaló: “en todo el mundo, los jardines son un lugar de reflexión, de encuentro y de paz”.
La Feria Internacional de Paisajismo (IGA, por sus siglas en alemán) “es un símbolo especialmente bonito de la tolerancia de esta ciudad y del diálogo de las culturas”, afirmó.
Por su parte, el alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller, destacó que los parques, las zonas verdes, la naturaleza urbana y los puntos de encuentro al aire libre “son indispensables” en metrópolis con gran densidad de población.
“Precisamente en una fase tan dinámica de desarrollo urbanístico queremos mostrar cuán importante es para la calidad de vida crear espacios valiosos que inviten al descanso y constituyan una alternativa para los habitantes de las grandes ciudades. No es un lujo superficial, sino algo decisivo para el futuro”, subrayó.
La IGA, que permanecerá abierta durante 186 días hasta el próximo 15 de octubre, apuesta por “la variedad de experiencias en la naturaleza, la diversidad cultural y ‘fuegos artificiales’ florales en medio de la metrópolis”, señala la organización en un comunicado.
La exposición, para cuya celebración Berlín cuenta desde hace poco con su primer teleférico, pretender “abrir nuevos horizontes como proyecto de desarrollo urbanístico para la ciudad verde de mañana”, agrega el texto.
