En conversación con Última Hora, dijo que “no vale la pena analizarlo”, porque además no se aprobó dentro de las formalidades y las reglas del propio Senado.
“Si aceptamos este comportamiento, en el futuro una mayoría coyuntural puede reunirse en Chopería Roma y declarar que la República ya no existe y que se elegirá un monarca”, graficó.
Fernández resaltó que se nota que los legisladores no reflexionaron el viernes pasado, en la oficina de la bancada del Frente Guasu en el Senado, para aprobar este proyecto.
Si lo hubieran hecho, asegura, no habrían mantenido entre las inhabilidades para ser presidente, el que si uno es pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad, o segundo de afinidad, de quien se encuentre en ejercicio de la presidencia al realizarse la elección, o lo haya desempeñado por cualquier tiempo en el año anterior a la celebración de aquella.
“Esto rompe el principio de igualdad y convierte al familiar del presidente en un ciudadano de segunda”, opinó. “Si hubieran sido inteligentes, que no lo son, hubieran eliminado ese aspecto”, destacó.