Destacó el repunte en la actividad económica desde el segundo y tercer trimestre del año en varios sectores, como la industria, ganadería, comercio, servicios y la construcción, tanto por iniciativa pública como privada.
Respecto al ámbito financiero, admitió que hay cierto retraso en la recuperación en los balances de los bancos, que se están recomponiendo debido también al impacto que sufrieron los sectores agroganaderos por la caída de los precios internacionales de materias primas.
“Hemos tenido una contracción, creo que este será un año que estaremos acabando con un crecimiento del sistema financiero muy próximo a cero en el balance de los créditos del sistema. Aunque creo que para el año que viene las perspectivas son mucho mejores”, manifestó.
2017. Al ser consultado cómo se espera se desarrolle la actividad económica el próximo año, consideró que continuará al mismo ritmo actual.
“Excluyendo binacionales y la agricultura, hablamos de crecimientos de 2,8% a 2,9% que pueden parecer inferior, pero en realidad es importante porque tenemos un año récord en producción de energía eléctrica”, recordó.
El presidente del BBVA señaló que para el 2017 existen algunos riesgos y tienen que ver sobre cómo se moverá la política fiscal y monetaria de los Estados Unidos. “Estamos viendo los primeros nombramientos del equipo económico de la futura administración de Donald Trump que ya es tranquilizador. Se habla que pudiéramos tener una política fiscal más expansiva que aumente las tasas de interés, pero todavía no sabemos en detalle qué va pasar”, resaltó.
No obstante, para Antón las primeras declaraciones que ha dado el mandatario nortamericano electo dan tranquilidad, sumado a que en los Estados Unidos tienen de por sí instituciones fuertes donde no se acostumbra quiebres o cambios muy bruscos.
Respecto a Brasil, recordó que se espera un crecimiento de entre 0,9% y hasta 1%, que serán positivos luego de dos años de recesión. “Ahí estamos sujetos con la política brasileña donde hemos visto una preocupación mayor por la inflación y la disciplina fiscal, pero para que crezca más la economía brasileña tienen que hacer una serie de reformas que no serán fáciles”, mencionó.
“Una gran parte del crecimiento de Paraguay estará ligado al dinamismo de las obras públicas de infraestructura; pero en la medida en que haya retrasos en esos proyectos es un elemento de riesgo”, indicó.
Dijo no que no ve como gran riesgo un aumento en el nivel de deuda pública, ni tampoco en los aumentos salariales del sector público en el mediano plazo.