Los delincuentes llegaron a bordo de un Toyota Corolla a la estación, ubicada sobre las avenidas Cadete Boquerón y Paraguay, del barrio Vista Alegre, de Ñemby. Eran las 23.00 cuando tres de los asaltantes, totalmente encapuchados, descendieron del rodado y se introdujeron al local. Una vez dentro, se dirigieron a la oficina donde se encontraba el administrador, Kevin Nicolás Einsenhut Baruja (20).
BOTÍN. Al joven le exigieron a punta de armas de fuego que entregue el dinero que tenía. La víctima no opuso resistencia, lo que evitó hechos de violencia, y entregó la suma de G. 70 millones, según la Policía.
Luego, los miembros de la banda huyeron en el Toyota en dirección a la avenida Acceso Sur. Los afectados denunciaron el caso a la Policía y tras un recorrido por la zona, recibieron el reporte de que sobre la calle 21 de Setiembre casi Mariscal López fue incinerado un vehículo.
Tras la inspección, los agentes de Criminalística levantaron evidencias y confirmaron que se trataba de un vehículo con las mismas características, que fue denunciado como robado en junio pasado, propiedad de Diego Marcelo Cáceres Velázquez, según los registros.
PELIGROSA. Los agentes de la Brigada Central de San Lorenzo informaron que el grupo sindicado por el asalto es una facción que integraba la banda que atracó el Frigorífico Guaraní el pasado 17 de junio, en Asunción.
Estos hombres, a su vez, forman parte de la banda cuyos miembros fueron abatidos en un enfrentamiento con la Policía en Mariano Roque Alonso, en julio pasado.
Los caídos esa vez fueron identificados como Ladismiro Sosa Candia, de 38 años; Diego David Benítez Domínguez (30), Nelson Peña Galeano (35) y Raúl Turiano Santander Martínez (36). Los criminales que se enfrentaron a tiros con los agentes iban a bordo de dos rodados. Uno de ellos escapó y en su interior estaban otros tres hombres, plenamente identificados, quienes llevaron las armas potentes, según el subcomisario José Ayala.
Ese rodado sería el que ayer fue utilizado para atracar la estación de servicios. Sospechan además que los hombres manejaban datos sobre la existencia de dinero en efectivo en el servicentro.