La estandarización de las comisiones que pueden o no cobrar los bancos y financieras redujo de cerca de 400 conceptos distintos que manejaban las entidades a 56; sin embargo, persisten algunas comisiones reprobadas por los usuarios.
El cobro de extractos de tarjetas de crédito en ventanillas de la institución financiera seguirá teniendo una comisión, siempre y cuando existan opciones gratuitas para el cliente; el uso “excesivo” de los cajeros automáticos continúan entre los costos transferibles a los clientes si así los bancos lo quisieran, ya que está contemplado en el tarifario, dado a conocer el lunes por el Banco Central del Paraguay (BCP).
La normativa, emitida por el ente monetario, explica que el concepto de comisiones es cualquier cargo por operaciones o servicios adicionales o complementarios a las operaciones contratadas por los consumidores financieros y que hayan sido solicitados, pactados o autorizados previamente y efectivamente prestados por la entidad supervisada.
En lo que respecta a las tarjetas de crédito, el reglamento establece el cobro de 9 tipos de gastos, comisiones o penalidades, tales como cuota anual por renovación, regrabación de tarjetas, adelanto de dinero en efectivo, pago de extracto en ventanilla, consulta en cajeros; o el cobro por servicios como compras en el exterior, ingreso a salones vip de aeropuertos internacionales, mantenimiento mensual o exceso de línea de crédito. En algunos casos, los ítems tienen diversas variantes.
Por el uso de tarjetas de débito, el reglamento autoriza el cobro de 3 ítems, tales como renovación y regrabación de tarjetas y por exceso de extracciones en los cajeros. Por la gestión de préstamos igualmente se podrá cobrar por 3 ítems.
En el caso de las cuentas corrientes y de ahorro establece la posibilidad del cobro por 10 ítems, como saldo promedio inferior al mínimo, operaciones en ventanilla, emisión de cheques administrativos, aviso de devolución de cheques, entre otros.
Por los servicios bancarios en general el reglamento fija 31 tipos de criterios para el cobro de gastos, desde la provisión de chequeras hasta giros o cargos por mora.
Las instituciones financieras tienen un plazo de 60 días para adecuarse a la normativa y adoptar el reglamento aprobado.
El tarifario surgió como respuesta a la excesiva cantidad de comisiones, penalidades y otros gastos en los que incurrían los usuarios y clientes por el uso de diferentes productos financieros.