No obstante, por debajo de este índice, yendo a sectores más específicos de la economía, se han observado algunos cambios, tanto por encima o por debajo de lo que se había proyectado a finales del año pasado.
En el caso del sector primario (producción agropecuaria), la cifra de expansión registró un incremento, pasando de una previsión inicial de 2,9% a 3,4%, impulsado en mayor medida por la agricultura.
Las cifras en este segmento fueron ajustadas al alza dados los resultados que se tendrían en ciertos rubros como el maíz o el trigo, no tanto así en el rubro sojero, que aunque registraría un mejor desempeño que en la zafra pasada, sería inferior a las expectativas que se tenían en un comienzo, explicó el César Rojas, jefe de División de Estadísticas y Proyecciones de Cuentas Nacionales del BCP.
En contrapartida, para el sector secundario (industrial) se estima una expansión de 5,8%, porcentaje que fue reajustado levemente a la baja, ya que se encontraba en 5,9%.
Esta variación estaría argumentada por desempeños menos favorables de los proyectados en diciembre del 2013 en el segmento de la industria láctea, molinera y de azúcar, explicó Rojas.
El sector terciario registró igualmente una revisión negativa en un 0,1 puntos, principalmente por el menor crecimiento del rubro de las comunicaciones, pero que se daría porque su expansión estaría llegando al tope, ya que había sido muy fuerte en los últimos años.
DEMANDA. En lo que respecta a la demanda, por el enfoque del gasto, el PIB tendría una expansión de 5,6%, casi la mitad del 10,2% del 2013; empero, más en línea con el crecimiento del producto interno bruto.
Esta sería una “buena señal”, a criterio de la banca matriz, ya que un crecimiento del consumo muy por encima del PIB total en forma sostenida, significaría que está consumiendo por encima de lo que produce.
Nuevamente, el consumo privado sería el gran motor por el lado de la demanda, ya que el consumo de gobierno se ha frenado, registrando perspectivas de crecimiento cercanos al 50% menos que el año anterior.
La formación bruta de capital (inversiones públicas y privadas) registraría un incremento de 8%, según las previsiones del ente central.