“Ningún país puede afrontar este desafío en solitario”, afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la apertura de una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocada para abordar ese problema.
Ban dijo que entre septiembre del año pasado y marzo último se calcula que el número de terroristas extranjeros en la organización yihadista Estado Islámico y otros grupos ha crecido en un 70 %.
Fue en septiembre pasado cuando el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una sesión al máximo nivel, de jefes de Estado o de Gobierno, para coordinar medidas internacionales para luchar contra el reclutamiento de extranjeros para la yihad.
Ban citó un informe de un equipo a cargo de las sanciones de personas que apoyan a Al Qaeda y otros grupos que cifra en 25.000 personas, procedentes de un centenar de países, a los extranjeros que se han sumado a la lucha de organizaciones radicales islámicas.
Esos extranjeros han viajado voluntariamente a Siria, Irak, Afganistán, Yemen y Libia para tomar las armas.
La comunidad internacional, dijo Ban, “debe reforzar su cooperación e intercambiar información, desarrollar efectivos controles fronterizos y reforzar sus sistemas de justicia criminal, de acuerdo con las leyes y los derechos humanos”.
Recordó que la mayoría de los terroristas extranjeros reclutados son varones con edades comprendidas entre los 15 y los 35 años, “motivados por ideologías extremistas”.
Ban anunció que presentará a fines de este año un Plan de Acción para prevenir el Extremismo Violento en la Asamblea General de Naciones Unidas.
También recordó que en Madrid habrá el 27 y el 28 de julio una reunión del Comité Especial Antiterrorista con el fin de seguir coordinando acciones internacionales en ese tema.