“El nivel de la carnicería y la devastación a través de la República Árabe de Siria debería sacudir la conciencia colectiva del mundo”, dijo Ban en su evaluación mensual de la situación en el país.
Según el diplomático coreano, los sirios “están perdiendo la esperanza” y “no pueden permitirse esperar”, por lo que defendió la necesidad de una actuación por parte del Consejo de Seguridad, donde la división ha impedido hasta ahora la adopción de medidas más allá del ámbito humanitario a pesar de los continuos llamamientos de la ONU y otras organizaciones.
Ban denunció que las partes del conflicto “siguen comportándose con impunidad y un total desprecio por los principios básicos de la humanidad y el derecho internacional humanitario”.
“Miles de personas inocentes han sido asesinadas, heridas o desplazadas en áreas civiles. La vivienda, los servicios esenciales y las infraestructuras vitales han sido destruidos o inutilizados”, recordó el secretario general de la ONU.
“Es difícil creer que aquellos que lanzan bombas de barril o lanzan rondas de mortero y artillería no se dan cuenta del inmenso daño y sufrimiento que sus acciones causan a los civiles”, señaló Ban, que reiteró que los responsables deben ser llevados ante la Justicia.
Según el informe de la ONU, centrado en la situación en abril, en ese mes se registró un número récord de ataques contra instalaciones médicas desde que el pasado año el Consejo de Seguridad aprobó una resolución para tratar de mejorar la situación humanitaria en el país.
Además, continúan las restricciones al suministro de ayuda, especialmente por parte del Gobierno, añade el texto, que también destaca el grave impacto sobre los civiles de las ofensivas lanzadas por los yihadistas del Estado Islámico (EI).
