“No hay excusas para los crímenes bárbaros de las organizaciones terroristas”, pero “al mismo tiempo hemos aprendido a partir de experiencias dolorosas que las políticas de corto alcance que violan los derechos humanos solo empeoran las cosas”, opina.
“Asesinatos despiadados no deben provocar respuestas impulsivas”, declaró el máximo responsable de la ONU en la entrevista con Juan Somavía, director de la Academia Diplomática de Chile y ex secretario general de la Organización Internacional del Trabajo.
Este diplomático surcoreano de 71 años, que ejerce su segundo periodo como el octavo secretario general de las Naciones Unidas, confiesa que “las expresiones más grandes de amor y solidaridad” que ha visto durante su trabajo al frente de la ONU “provienen de personas que han superado terribles circunstancias para inspirar a otros con su ejemplo”.
Y se muestra agradecido porque durante el desempeño de su cargo ha estado rodeado de “personas talentosas, que en sus propios países han tenido una dramática transición a la democracia, la paz y el respeto por los derechos humanos”.
“Chile es un excelente ejemplo”, enfatiza Ban Ki-moon, quien se refiere al propio Somavía, que ahora le asesora en materia de cooperación interregional, y a la presidenta Michelle Bachelet, que fue la directora ejecutiva fundadora de ONU Mujeres.
Ban confiesa que “este trabajo ha expandido dramáticamente” su visión del mundo.
“Evito las confrontaciones públicas cuando estimo que no serán eficientes, pero soy fuerte e inquebrantable para defender la posición de Naciones Unidas e insistir para que los responsables de problemas actúen para abordarlos”, dice refiriéndose a su estilo de liderazgo.
Un excelente ejemplo, cuenta, es el reconocimiento de los derechos humanos sin importar la orientación sexual o identidad de género.
“Nunca había tenido oportunidad de referirme a este tema con anterioridad, pero comencé a abordarlo como secretario general cuando vi que había vidas en riesgo”, manifestó.
En opinión de Ban Ki-moon, hoy día “estamos más conectados, pero debemos estar más unidos”.
“En la actualidad, no puede existir la seguridad solo dentro de las fronteras nacionales”, porque “amenazas tan diversas como las enfermedades, las ideologías violentas y la contaminación medioambiental no llegan atravesando las aduanas”, recalca.
El secretario general de la ONU sostiene que “el interés nacional de cada país está directamente relacionado con las preocupaciones internacionales”, y por eso “Naciones Unidas es hoy más importante que nunca”.
Pero a pesar de este compromiso, no siempre consigue involucrar a los protagonistas de un conflicto, como ocurre en el noreste asiático, que a decir de Ban Ki-moon, “permanece como un eslabón perdido”.
“Sinceramente espero que los diálogos entre los países de la región -y en particular Japón, China y la República de Corea-, se den con la mirada al futuro”, agrega.
En la extensa entrevista con la revista “Diplomacia”, Ban Ki-moon también advierte “del surgimiento de demagogos en sociedades democráticas que proclaman defender los valores universales mientras que en la realidad desacreditan derechos y libertades”.
Pero, al mismo tiempo que “nos enfrentamos a las fuerzas antidemocráticas del mundo, podemos tomar ventaja de la intensa democratización de la información”, señala el máximo responsable de la ONU.
Por ello, “a pesar de su mal uso por parte de grupos que buscan difundir mensajes de odio, Internet sigue siendo una herramienta de empoderamiento que permite que los individuos constructivos que piensan igual se unan como nunca antes”.
También en la acción ante el cambio climático se demuestra el poder de las alianzas.
“Al día siguiente de la Cumbre de Acción Climática -subraya-, una coalición de inversionistas institucionales se comprometió a bajar contenido de carbono equivalente a 100.000 millones de dólares y a medir y revelar la huella de carbono de al menos 500.000 millones en activos ya administrados”.
Ante el creciente problema del extremismo violento, Ban Ki-moo ha llegado a convocar a líderes de las principales religiones a reuniones “para promover la tolerancia y la reconciliación”.
Y también se ha beneficiado del apoyo de líderes religiosos para terminar con tradiciones dañinas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
Ban también se muestra preocupado por “la devastación causada por la brecha de riqueza”.
“Es horroroso que la pobreza más agobiante exista en nuestro mundo de riquezas”, dice el secretario general de la ONU tras recordar que algunos de los lugares más peligrosos del mundo lo son precisamente porque poseen enormes reservas de riqueza natural.
