Ban subrayó en una conferencia de prensa que ese documento negociado durante meses supone ya “un gran paso adelante”, aunque reconoció que le gustaría que hubiese ido más allá, en línea con lo que él había propuesto inicialmente.
Entre otras cosas, el jefe de la ONU había planteado un acuerdo para reasentar a un 10 % de los refugiados que hay hoy en el mundo y que se concentran sobre todo en países en vías de desarrollo.
Sin embargo, el borrador pactado por los Estados miembros de cara a la cumbre del lunes pospone los compromisos más concretos a un pacto sobre refugiados que se negociará durante el próximo año y medio.
Ban confió hoy en que en las negociaciones de ese texto “reaparezcan” algunos de los compromisos y elementos más ambiciosos que han quedado fuera de las conclusiones de la reunión de la próxima semana.
El jefe de la ONU dijo que está al corriente de las críticas de muchas ONG al acuerdo negociado para esta cumbre, pero recordó que el texto necesitaba el visto bueno de los 193 Estados miembros.
Ban destacó que la reunión del lunes será la primera vez en que los líderes internacionales abordarán en la Asamblea General la crisis de los refugiados y subrayó que hay consenso en que el problema debe tratarse bajo el “principio de una responsabilidad global compartida”.
“Ningún país puede abordar este tema solo. Tiene que haber responsabilidad global y compasión global”, insistió.
Además de la cumbre sobre refugiados y migrantes del lunes, organizada por Naciones Unidas, Nueva York acogerá al día siguiente otra cita de alto nivel convocada por EE.UU. y centrada específicamente en la crisis de los refugiados.