El acto de hoy fue mucho más breve y sobrio que el anterior, sin embargo el lugar elegido goza de un gran simbolismo, ya que la paz se firmó en el Teatro Colón, situado justo en frente del Palacio de San Carlos, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, y a escasos metros de la Casa de Nariño, el palacio presidencial.
El escenario del Colón era presidido por una mesa de madera oscura, sobre la que descansaba un ejemplar encuadernado del nuevo acuerdo y un “balígrafo” -casquillo de proyectil convertido en estilográfica- igual al que utilizaron el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, en Cartagena de Indias el pasado 26 de septiembre.
En la mesa también había una pequeña bandera colombiana artesanal y, sobre el mástil de esta, descansaba una paloma blanca de la paz igual que la que lucía el jefe del ejecutivo en la solapa de su chaqueta azul.
“Timochenko”, que firmó primero, levantó los dos brazos al momento de firmar, mientras que Santos, que lo hizo a continuación, levantó el izquierdo con el “balígrafo”. Ambos se aplaudieron junto con los aproximadamente 800 invitados al acto, que corearon “sí se pudo, sí se pudo”.
El presidente y el jefe de las FARC estaban a lado y lado del escenario acompañados cada uno por catorce personas, entre negociadores de paz, ministros, guerrilleros y asesores.
El código de vestuario de la firma del nuevo acuerdo fue mucho más formal que el de la anterior ceremonia, donde las guayaberas fueron tendencia entre los hombres y el blanco se impuso como condición para asistir al evento.
Entre los guerrilleros asistentes al acto de hoy destacó la corbata roja de Luis Antonio Losada, alias “Carlos Antonio Lozada”, y el atuendo de “Timochenko”, que al igual que sus compañeros del secretariado (mando colectivo de las FARC) vistió chaqueta, una imagen inédita de los guerrilleros.
En la delegación de las FARC “Timochenko” parecía ser el que se sentía más cómodo en el centenario Teatro Colón, a cuyos palcos y frescos del plafón miraba extasiado por momentos mientras sus acompañantes permanecían con un gesto adusto.
Tras la protocolaria firma del acuerdo, se sucedieron los discursos de “Timochenko” y Santos, cada uno desde su propio atril, el del presidente colombiano adornado con el escudo de la república.
Al terminar los discursos, la cantante cartagenera Cecilia Silva Caraballo interpretó la canción “Violencia”, acompañada del grupo Tambores del Cabildo y se dio por concluida la ceremonia de 45 minutos de duración.
Antes de bajar del escenario tanto el jefe de Estado como el jefe guerrillero saludaron a algunos miembros del público, entre ellos algunos senadores que se hicieron selfis con “Timochenko”.
